sábado, 10 de agosto de 2013

LA VIDA ARTIFICIAL, DESVELO DEL ARTE


En esta entrega el autor aborda, a través de algunos ejemplos determinados, el tratamiento dado por el cine y la literatura a la idea de la vida artificial. El interrogante consistente en el cuestionamiento acerca de si las máquinas pueden llegar a razonar, aprender, simular, especular, crear o sentir como lo hacen los seres humanos, como desvelos del arte moderno y contemporáneo.

Sostiene Graciela Sarti en su tesis de doctorado: “Androides, robots, cyborgs, autómatas; son parte del paisaje de la cultura contemporánea, ya en sus realizaciones concretas, ya como figuras de ficción. (…) Los relatos modernos de autómatas, o de creación de vida artificial, se han construido con referencia a figuras y narraciones ya presentes en el imaginario del mundo clásico, pero que se resemantizan especialmente a partir de la modernidad tardía. (…) Siguiendo una estructura característica de los relatos míticos, estas narraciones se despliegan en juegos de opuestos: juegos que tanto tematizan el futuro de la especie humana –la posibilidad de su superación y hasta su eliminación por obra de una especie nueva– cuanto abordan el problema ético de los derechos de esa nueva especie surgida del propio empeño humano”.

De tal modo, inferimos sin lugar a la vacilación que la problemática de la vida artificial es tópico ineludible de nuestra cultura presente, al tiempo que su tratamiento abreva en la fuente del mito y la cultura clásica.

La literatura de ficción o ensayística fue pionera en esta temática, que más tarde continuaría en el cine. Si bien pueden hallarse obras precursoras al calor de la ilustración del siglo XVIII (El hombre máquina, de Julián Offray de La Mettrie, publicada en 1748) hallaremos algunas de las más representativas en los albores y el devenir del XIX, y por supuesto en el decurso del XX, incluso en nuestro país.

A modo de ejemplo, listo a continuación una serie arbitraria, ordenada cronológicamente, de las obras literarias y audiovisuales que entiendo más representativas, amparado en la subjetividad y sin un propósito expreso de exhaustividad, dada la material imposibilidad que dicha tarea supone, a saber:

  1. Los autómatas, E. T. A. Hoffman, 1814, cuento pionero en el género que aborda la indiferenciación mimética entre el ser humano y el autómata.
  2. Frankenstein o el Prometeo moderno, Mary Shelley, 1819, novela arquetípica que hace un señalamiento sobre los riesgos de la manipulación de la vida por parte del hombre.
  3. Fausto. Segunda parte, Johann W. Goethe, 1832, relato basado en el “homúnculo”, producto de la alquimia.
  4. El ajedrecista de Maelzel, Edgar Allan Poe, 1836, cuento que relaciona el exhibicionismo con la sorpresa y el engaño que puede producir la figura del autómata.
  5. Horacio Kalibang o los autómatas, Eduardo Holmberg, 1876, primer cuento de autómatas en la literatura argentina, desarrollado a partir de las influencias literarias de Poe y las competencias científicas del autor.
  6. Yo, robot, Isaac Asimov, 1950, contario paradigmático del género que aborda la temática robótica, la interacción e indiferenciación de éstas con los humanos, y el control ejercido por la inteligencia artificial, a partir de la vulneración de “las tres reglas de la robótica”.
  7. 2001: Una odisea del espacio, Stanley Kubrick, 1968, film icónico que propone sin cortapisas la posibilidad de que una máquina pueda sentir, proceder y defenderse como un humano, a través de una conciencia artificial, que puede llevarla incluso a matar para defenderse.
  8. Terminator, James Cameron, 1984, film de culto (luego saga) que corporizó la figura del autómata y proyectó una guerra futura entre máquinas y hombres.
  9. Matrix, Andy y Larry Wachowski, 1999, primera película de la trilogía que plantea la artificialidad del mundo real dominado por una inteligencia artificial con reminiscencias míticas.
  10. El hombre bicentenario, Chris Columbus, 1999, film que adapta libremente el cuento homónimo de Isaac Asimov, y también lo relaciona con otros del mismo autor. Versa sobre la evolución artificial de un autómata cuyo propósito es ser aceptado como hombre, y lo consigue, justamente, al morir.
  11. I. A. Inteligencia artificial, Steven Spielberg, 2001, alegoría posmoderna del clásico Pinocchio, que gira en torno de la búsqueda de la identidad y el reconocimiento de la condición humana e inteligente del autómata. 
  12. La invención de Hugo, Martin Scorsese, 2011, largometraje de belleza singular que se concentra en la construcción de un autómata por parte de George Meliés, y su relación con el cine pionero.
Como puede advertirse, el tema ha cautivado a notables autores. Siempre pensé que los lenguajes del arte sitúan al artista en la proximidad de lo divino, en las cercanías de la omnipotencia del Creador. Me resulta convincente, pues, que ofrendarle un aliento de vida a una especie no natural seduzca al hombre. El cine y la literatura son campos en extremo fértiles para ello.

Me sumaré (con confesa y auténtica humildad) a este desvelo poético por la vida artificial, y lo haré ofreciéndoles en el espacio de El Ojo Críptico el microrrelato “Mi Horacio, o la contemplación”, en el que abordo el tema sirviéndome de los aportes de Eduardo Ladislao Holmberg (“Horacio Kalibang…”) y de Leopoldo Lugones (en este último caso de su cuento “Yzur” –que dicho sea de paso, es considerado uno de los más relevantes relatos de nuestra literatura–, el que si bien no versa sobre la vida artificial, sí lo hace sobre el propósito humano de hallar algún vestigio de humanidad en las bestias). Que lo disfruten, sin privarse de alguna súbita cavilación o reflexión.
Hasta la próxima mirada.
El Ojo Críptico