En
enero del año en curso, iniciamos la tercera temporada de “El Ojo Críptico” con
un espacio de cuentos comentados que denominamos “La Bitácora”. En aquella
ocasión reprodujimos el relato (serio, con influencias de Poe) “El caso del
director del cementerio de Londres”, y
yo realicé de modo muy especial una suerte de referencias acerca de las
características de construcción del cuento, sus simbolismos y propósitos. Ahora,
cerramos esta temporada con otro cuento de tono menor (con clara orientación a
la sátira y el humor) y su comentario. Dos caras de una misma moneda.
Aquí el link para leer el cuento:
LA BITÁCORA
La
mirada de El Ojo Críptico
Este relato, algo así como una crónica que se
emparenta con las formas y el estilo de Alejandro Dolina (o eso pretende), es
una típica creación relajada y libre de todo tipo de ataduras y convenciones.
Sinceramente, creo que la literatura también
debe tener su costado entretenido, amigable y festivo. Con “Los no amantes de
Salomé Ferreyra”, he querido darle una vuelta de tuerca al humor sencillo, a
veces del todo lineal, pero ubicado en un contexto de redacción que no pierde
algunas formalidades. Esto es así, justamente, para contrastar la simpleza (y
hasta el absurdo del contenido), con la utilización de recursos y palabras que
–en apariencia– corresponden a otros géneros.
La redacción “dolinesca” del cuento que nos
ocupa, es un tributo al autor de “Crónicas del Ángel Gris” y “Cartas Marcadas”,
verdadero maestro de la ironía y el eufemismo.
Finalmente, decirles que he tomado de la vida
real las características que luego le transferí al personaje de Salomé Ferreyra,
y que el humor y la sátira son la base compositiva de este relato, el que no
tiene más pretensiones que arrancar alguna sonrisa producto de las
extravagantes relaciones y contrasentidos.
Seguimos el próximo año, cuando inauguremos la
cuarta temporada de “El Ojo Críptico”. ¡Muchas gracias!
Hasta la próxima mirada.
El Ojo
Críptico