Frida Kahlo |
Cuando me llegue la hora,
arreglaremos las cuentas,
yo sumaré las sonrisas
y tú restarás afrentas.
Cuando me llegue la hora,
yo no querré funerales,
si apenas me voy de gira,
oteando los arrabales.
Cuando me llegue la hora,
no sientan que me han perdido,
búsquenme dentro de un libro,
y le ganarán al olvido.
Cuando me llegue la hora,
debes saber que la suerte,
hizo tan grande a este amor
que no lo vence la muerte.
Ricardo Tejerina / 2012