domingo, 22 de julio de 2012

CINE DEBATE: EL RATI HORROR SHOW


El documental producido por Aquafilms y estrenado en 2010, se ocupa de la reconstrucción de los hechos de la llamada "Masacre de Pompeya" o “El Caso Carrera”, en el que murieron 3 personas dos mujeres y un niño de 6 años en enero de 2005. Las víctimas fueron atropelladas por el automóvil Peugeot 205 blanco que conducía un joven de 27 años (sin antecedentes penales ni armas), Fernando Ariel Carrera, que era perseguido por la Avenida Sáenz de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por efectivos policiales de la Comisaría 34 a bordo de móviles particulares de dudosa procedencia.
Por dicha acción Carrera fue condenado a 30 años de prisión; pero el cineasta, junto a organizaciones de derechos humanos y la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, evidenciaron su preocupación y sospechas por el eventual "armado de una causa", en la cual el victimario condenado (Carrera), en verdad era otra de las víctimas, puesto que se le habrían "plantado pruebas" para encubrir el accionar policial responsable de la tragedia.  
La proyección del film de Piñeyro (también director de “Whisky Romeo Zulú”, 2004, y “Fuerza Aérea S.A.”, 2006), se inscribe en el Ciclo de Cine Debate 2012 del CCBPBA, que en cada ocasión convoca a una mayor cantidad de público que participa activa y reflexivamente respecto de los temas escogidos. 
En esta oportunidad, dada la presencia del realizador que se prestó a las preguntas y opiniones de los asistentes se pudo profundizar en la mirada con hincapié en la justicia y los derechos humanos propuesta por el cineasta, ganador del Premio Konex de Platino como documentalista de la década 2001-2010. 
Piñeyro reconoció que la realización de la película influyó en la revisión que actualmente se lleva a cabo del “Caso Carrera”, y destacó la labor realizada por la doctora Rocío Rodríguez López y el doctor Federico Ravina, abogados defensores del hombre que sufrió la conspiración de efectivos policiales e integrantes de la magistratura, con el objeto de desviar la atención sobre el accionar policial ilegal, atravesado por el gatillo fácil, la impunidad y la corrupción institucional.  
Asimismo, el director también compartió sus sensaciones más íntimas cuando contó los pormenores de la entrevista realizada a Carrera en la cárcel, o cuando se refirió a las víctimas fatales de aquel trágico mediodía del 25 de enero de 2005.
La indefensión ciudadana y la necesidad de comprometerse con las causas justas, fueron los comunes denominadores de un debate en torno de la inseguridad, los derechos civiles, y las garantías constitucionales sometidas al acecho constante por parte de un sistema que, día tras día, aumenta su deuda de justicia. 
Mientras tanto, casi como una suerte de sentencia ética inapelable, el recordado Tato Bores decía desde la pantalla: “Desgraciada la generación cuyos jueces merecen ser juzgados”. Todo dicho.
RT