sábado, 9 de abril de 2011

CAFAYATE


RT

El sol se asoma pletórico
sobre los serenos valles.
Tornan las aguas más mansas
en impetuosos caudales.

El carnaval reverbera
en los cerros coloreados.
En la Garganta del Diablo
alguien espera un milagro.

Intento con mis labios trémulos
confesar a la ocarina.
Su sonido es de arrullo,
y su corazón de arcilla.

Bajo los cielos salteños,
la vid estalla en viñedos,
y tu cercana presencia
me despereza del sueño.

Ahora bien he comprendido,
la bendición del Creador.
Que uno no es donde mora,
cuando se habla de amor.

Y si hasta aquí he venido,
y por ti mi pecho late,
sabrás que he nacido lejos,
pero moriré en Cafayate.


Ricardo Tejerina / 2011