Gustav Klimt |
Donde mueren las palabras he de ir
o donde las águilas y los cóndores.
Tal vez donde el cielo cede y se abre
o quizás más allá del alto valle
he de ir.
Caminaré entre las sombras
o entre los vivos
que todos los días mueren de a poco
y descenderé sin detenerme
pues sin buscarte, te hallaré.
Respiraré tu aliento
para sostener así mi vida.
Dejaré mi desconsuelo en tu regazo
y tú podrás pedirme más
con mi alma entre tus manos.
Ricardo Tejerina